Sostenibilidad andina y el valor de la ganadería camélida
- La charla magistral de Diego Aranibar destacó cómo la ganadería camélida contribuye a la preservación de la biodiversidad y la sostenibilidad de los ecosistemas altoandinos.
En el lanzamiento del proyecto LabAncestral, destacó la charla magistral impartida por Diego Aranibar, académico y experto en ecosistemas altoandinos. Su presentación, titulada “Ganadería camélida y sus contribuciones ecosistémicas al territorio altoandino: oportunidades y desafíos”, ofreció una profunda mirada a la relevancia de la cría de llamas y alpacas para la preservación de estos frágiles ecosistemas.
Aranibar explicó que la ganadería camélida no es solo una actividad económica vital para muchas comunidades andinas, sino que también desempeña un papel clave en la conservación de los suelos y la mitigación del cambio climático.
“Esta práctica ancestral ofrece múltiples beneficios ecosistémicos que debemos valorar y potenciar”, afirmó. Según Aranibar, las llamas y alpacas, al pastar de manera selectiva y no arrancar las plantas de raíz, ayudan a mantener la cobertura vegetal, reduciendo la erosión del suelo y promoviendo la regeneración natural de la flora autóctona.
Además, la ganadería camélida tiene un impacto positivo en la biodiversidad. Las prácticas de pastoreo tradicionales fomentan un uso sostenible de los recursos naturales, lo que permite la coexistencia de diversas especies de plantas y animales. “Las comunidades que han mantenido estas prácticas durante generaciones han demostrado que es posible una gestión sostenible del territorio que beneficie tanto a la naturaleza como a las personas”.
Otro punto relevante abordado en la charla fue la capacidad de las llamas y alpacas para adaptarse a las condiciones extremas del altiplano andino. Estos animales son resistentes a las bajas temperaturas y a la escasez de agua, lo que los convierte en una opción sostenible frente a otros tipos de ganadería que pueden ser más intensivos en recursos y menos adecuados para el entorno altoandino. La ganadería camélida es un ejemplo de cómo las prácticas tradicionales pueden ser una solución efectiva a los desafíos modernos del cambio climático y la degradación ambiental.
Aranibar también subrayó los desafíos que enfrenta la ganadería camélida en la actualidad. La modernización y los cambios en las políticas agrarias han llevado a una disminución en la práctica tradicional de la cría de llamas y alpacas, poniendo en riesgo tanto la sostenibilidad ambiental como el bienestar económico de las comunidades andinas, por lo cual es fundamental promover políticas que apoyen y fomenten la ganadería camélida, reconociendo su valor no solo como actividad económica, sino como una práctica esencial para la conservación de los ecosistemas altoandinos.