En la comuna de Pica, región de Tarapacá, se concretó la instalación de un nuevo vivero educativo en la Escuela Vertientes del Saber, como parte del proyecto Lab Ancestral, una iniciativa que busca transformar la educación básica a través del contacto directo con la tierra, la ciencia y la cultura Aymara.
El programa, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), tiene presencia en cinco comunas del Tamarugal: Pozo Almonte, Huara, Camiña, Colchane y Pica. En cada localidad se han creado huertos escolares que funcionan como aulas vivas, donde niñas y niños aprenden sobre botánica, ciclos naturales, suelos y temperaturas, conectando estos contenidos con asignaturas como Matemática, Lenguaje y especialmente, Cultura de los Pueblos Originarios.
En el caso de Pica, el vivero escolar permitirá a los estudiantes cultivar especies nativas y medicinales, aplicar conocimientos científicos y desarrollar valores de cuidado ambiental y respeto por las tradiciones. Todo esto en un entorno colaborativo que integra a docentes, familias y actores locales.
“Layra satañ unt'aya” —que en aymara significa “sembrando y cuidando”— es el lema que guía este proyecto, que no solo promueve la educación interdisciplinaria, sino que fortalece el vínculo entre las nuevas generaciones y sus raíces territoriales.
La implementación del vivero en Pica representa un avance concreto hacia una educación más integral, sostenible e intercultural, en sintonía con los desafíos actuales del territorio y los lineamientos del Ministerio de Educación.